Hoy es Lunes Santo y con él la Semana Santa coge ritmo. Pero es posible que pocos sepáis que también a este día se le llama "Lunes de Autoridad". Y su color litúrgico característico es el morado, de ahí que muchas cofradías adopten este color en sus procesiones habitualmente.
Jesús, tras regresar de Betania y ver a su amigo Lázaro, visita el templo de Jerusalén y lo encuentra convertido en un verdadero mercado. Los vendedores que han acampado dentro del templo comercian con todo tipo de objetos y animales para ser ofrecidos en sacrificio a Dios. Pero su fin no es más que el de alguien quiere ganar dinero a costa de la fe del otro. No es necesario para Dios toda esa ofrenda que nada tiene que ver con el verdadero amor.
Jesús, lleno de malestar, se enfada y reprende a los allí presentes, sacerdotes incluidos, por este hecho erróneo. Porque Dios le ha conferido autoridad para ello. De ahí la denominación de Lunes de Autoridad. Quien habla es el mismo Hijo de Dios. En la casa del Padre: Lugar de oración; no "cueva de ladrones".