Otra de mis pasiones: la música. Un recurso inagotable para todo tipo de menesteres.
La Navidad, cómo no, es uno de los más importantes para nosotros. Aquí os dejo una pieza de J. S. Bach. Concretamente es el nº 64 de su Oratorio de Navidad, movimiento Allegro.
Mis alumnos y alumnas la conocen bien porque han gozado de ella estos días. En silencio.Con sosiego. Relajadamente en el aula.
Y es que si el Mismísimo Dios hubiese escrito una música para conmemorar el Nacimiento de Su Hijo, bien podría haber sido ésta. Disfrutadla. Es Navidad.
La palabra latina "adventus" significa “venida”. En
el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la
Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la
Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el
arrepentimiento para la llegada del Señor.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que
significa penitencia.
El tiempo de Adviento es un período privilegiado
para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir
el presente y a preparar el futuro.
Esta es su
triple finalidad:
- Recordar
el pasado:Celebrar
y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en
Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como
uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.
- Vivir el
presente:Se
trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de
Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre
vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
- Preparar
el futuro:Se
trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la
"majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de
todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido
como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida
gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.
En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo
de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá.
Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este
momento a través de la revisión y la proyección:
Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan
buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que
antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de
nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los
días podemos y debemos ser mejores.
En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo
seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos
cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo. La corona de Adviento:
Algo que no
debes olvidar
El adviento comprende las cuatro semanas antes de
la Navidad. El adviento es tiempo de preparación, esperanza y
arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor. En el adviento nos preparamos para la navidad y la
segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo. Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha
sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos
de nuevo. Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de
vida para mejorar como personas.
Cuida tu fe Esta es una época del año en la que vamos a estar
“bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar
invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos
del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo
litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano. De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados
del Señor de la Navidad.