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jueves, 19 de noviembre de 2020

Educar en libertad: Ya queda un día menos.

El día de hoy es absolutamente triste para la Educación. Así, con mayúsculas.
Se está aprobando una nueva Ley Educativa carente de consenso, impuesta, redactada bajo unas circunstancias nada oportunas y bajo el yugo dictatorial de un ideario político muy concreto.
Vamos, que se está aprobando una Ley Educativa conforme a los parámetros y ámbitos que se le criticaron a la anterior. Con todas las protestas que ello acarreó, todos los mítines sindicales que le siguieron y toda la "alarma social" que soliviantó a buena parte de la comunidad educativa que ahora guarda silencio y calla de forma cómplice.
Pero a mi modo de ver, estos antecedentes no son los más preocupantes. Lo verdaderamente terrorífico es que la LOMLOE nace bajo el paraguas de un pago político para lograr una gobernabilidad. Ni se trata de velar por el buen aprendizaje o las buenas prácticas educativas. Ni se pretende lograr una igualdad en el acceso a la educación. Ni se vela por empoderar un modelo educativo concreto.
No. Solamente se responde con una Ley a unas pretensiones políticas o concesiones ideológicas para obtener un derecho a tomar decisiones u ostentar el poder de forma puntual.
Y he aquí donde reside la mayor debilidad de esta nueva Ley: su temporalidad. No es una ley duradera. No va tener largo recorrido. Cambiará más pronto que tarde. Y eso es malo. Muy malo.
Se ha perdido la gran oportunidad de alcanzar un pacto educativo global que tuviera en cuenta a todos los agentes, no solo a los afines ideológicamente. Y de nuevo, con este hecho, regreso a hablar de política. No de Educación. Así, con mayúsculas.
Ojalá salgamos de esta durísima situación sanitaria. Y ojalá seamos capaces de hablar. Con todo el mundo. Pero ojalá tengamos la capacidad de escuchar y entender. No imponer, negar o dictar.
Porque la Educación ni es un privilegio ni es una mercancía. Esto no se negocia como moneda de cambio de nada.
Es de tod@s y para tod@s. Algo más que un slogan barato que fue inventado alegando inclusividad, no excluyendo al que piensa, cree, actúa o vota diferente.
Nostr@s seguiremos reliapasionándonos. Si Dios quiere. 

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